Anagrama En Llamas
Que arda Roma un instante, en tu mirada Que arda sin pausa, pero sin prisa; Que se vuelva humo, como mis anhelos, Y que vuele al viento,...
No conozco suicida más exquisito que un poeta. Avivar la herida y usarla como tinta, podría considerarse una eutanasia. Pero le llamamos poesía porque, lejos de matarnos, nos hace sentir vivos. Y eso es un arte.