Amaranta
Dime, flor de amaranto ¿Qué ves en el espejo? ¿Los diáfanos sueños que siembras, al paso? ¿Las negras esquirlas de los que se rompieron?...
No conozco suicida más exquisito que un poeta. Avivar la herida y usarla como tinta, podría considerarse una eutanasia. Pero le llamamos poesía porque, lejos de matarnos, nos hace sentir vivos. Y eso es un arte.