Rapsodia De Tempestades
Alana odiaba bailar. Se sentía torpe, patética y tan insegura, como no se sentía en otros aspectos de su vida. Si tenía la desgracia de...
No conozco suicida más exquisito que un poeta. Avivar la herida y usarla como tinta, podría considerarse una eutanasia. Pero le llamamos poesía porque, lejos de matarnos, nos hace sentir vivos. Y eso es un arte.