Opuestas Tempestades

¿Cómo podrías entenderme?

¿Cómo podrías hacerlo?

Si cada manifestación de mi alma

Fluye en ti, en sentido opuesto

Eres silencio, donde yo soy canto;

Hielo estival donde yo soy fuego;

Y se anclan tus pies en la dura tierra,

Cuando yo despliego mis alas al viento

Tienes la quietud del agua

Cuando yo soy toda movimiento;

Y eres tempestad que me arrasa

Cuando busco refugio en tu cielo

Tus prados sepultan mis ansias,

En pedregales donde no florecen los besos;

Y tu corazón me huye con tanta prisa

Como fundido en el éter del tiempo

Quemando poro a poro ilusiones

Ahogándome con tus miedos;

Calcinándome con palabras

Que al final escapan, sin tornarse en hechos

Somos fuegos complementarios,

Cenizas de incendios opuestos

Pero, a pesar de nuestros fantasmas,

Yo quiero sumergirme en tus aguas

Y tú, en el crepitar de mis tormentos

Mi llama te asusta, aunque parece atraerte

-Que puedo verlo-,

Encendiendo inquietudes en tu propia llama

Con un soplo dulce de mis versos

Y te hace anhelar ser uno con el aire,

Aunque tu mirada se clave en el suelo;

Y echar raíces en una tierra lejana

Donde florezcan los sentimientos

Y yo ansío descansar en tus ramas

Hacer mi nido en tus silencios;

Nadar en un remanso que apague

La furia de mis desvelos

Pues tu calma me arrulla en la madrugada

En los albores del sueño;

Que tu llama es cálida y abras(z)a

Cuando quiere hacerlo

Y me hace añorar un hogar

Entre tu abrazo y mis rezos;

En tu aroma de tierra mojada

Y en el petricor de tu aliento

Que a ti te hace falta fluir con la magia

Y a mí, dejar de vivir en sueños;

Y en la realidad de esto que nos llama,

Aún podemos crear nuestra historia

Aún podemos vivir en un cuento

Ven, que todo está cambiando,

Ven, que se nos acaba el tiempo

Aunque seamos tan distintos

Como el paraíso y el infierno

Que el amor puede salvarnos;

Y el dolor puede perdernos;

Pero hay algo que aún nos ata,

Fuerte lazo que nace de adentro

Y que, aún en la distancia,

Clamará siempre por un encuentro

Aunque tratemos de negarlo

Aunque queramos esconderlo…