
El primero te lo negué,
Que estaba temblando de miedo;
Con el alma hecha jirones
Y a flor de piel los sentimientos;
Que mucho se habían dicho las miradas,
Y mucho los labios… con palabras,
Sobre aquello que estábamos sintiendo
Tu mano rozó mi mano,
Y me miraste sonriendo,
Tus ojos brillando en tu rostro
Como dos luceros de fuego;
Y te fuiste acercando despacio,
Con el alma furtiva, al acecho;
Hasta que se acortó entre los dos el espacio,
Hasta que comencé a respirar tu aliento
Te tenía tan cerca…
A centímetros de mi cara,
A kilómetros del suelo;
Que no pude soportarlo,
Y mi corazón salió corriendo
Retrocedí, como un jilguerillo asustado,
Causando tu desconcierto;
Que pocos labios habían tocado mis labios,
Y los tuyos eran, en aquel arte, maestros;
Y tenía miedo, sí, de tocarte,
Aunque moría por hacerlo,
Pensando que te desvanecerías al instante,
Como te desvanecías cada mañana de mis sueños
Me sentí como una niña tonta,
Supongo que debí parecerlo;
Pero tu sonrisa no desaparecía,
Como tampoco el embrujo de aquel momento;
Y mi corazón seguía latiendo a mil,
Sin que pudiese hacer algo por detenerlo;
Como siempre que estabas cerca de mí,
Como hasta ahora lo sigues haciendo
Entonces, tomé valor
Y me fui acercando, muy lento;
Recostando mi cabeza en tu hombro,
Apoyando mi mano en tu pecho;
Seguía temblando,
Como una hoja que se mueve al viento,
Pero me recibiste en tus brazos,
Y tus labios hicieron el resto
Y me perdí en tu abrazo,
Y me encontré en tu beso;
Como no lo había hecho antes
Como no me ha sucedido de nuevo
Porque la magia de ese instante
Será permanente en mi recuerdo;
Aunque pasen mil años,
Aunque otro amor llegue a mi encuentro;
Que fuiste lo más real de mi vida
Y la fantasía más grande, al mismo tiempo
Y porque en aquel beso intercambiamos el alma,
Haciendo, de lo fugaz, algo eterno,
De tal forma, que quedamos atados,
Más allá de lo que juramos,
Aunque ya nuestros cuerpos se hallen muy lejos
Muchas gracias, Daniel. Lamento que sea tan poco amable la plataforma. Si me cuentas qué dificultad tuviste, puedo intentar solucionarlo. Gracias por visitarme, siempre es grato saludarte ☺️☺️
Vaya que es un parto ingresar a estos espejos. Pero no me iba a rendir en esta ocasión. Y aquí estoy, degustando tu sabroso versar.
¡Gracias, Andrés! Te dije que mi "endo" te sorprendería hoy. Me alegra que haya sido una sorpresa positiva ☺️☺️☺️☺️
Descubriendo el lado más amable de los poemas de Mariana. 👏👏👏