Isabel Y Mariana...
Mariana se levantó de la cama. Autómata, como parecía serlo desde hacía varios días y aún con su batola de dormir, se asomó por la...
No conozco suicida más exquisito que un poeta. Avivar la herida y usarla como tinta, podría considerarse una eutanasia. Pero le llamamos poesía porque, lejos de matarnos, nos hace sentir vivos. Y eso es un arte.