La Princesa De La Laguna De Plata
Bajo la Luna que cubre la noche estrellada Una hermosa princesa de tez nacarada Desciende a la laguna buscando sus aguas; Son sus ojos...
No conozco suicida más exquisito que un poeta. Avivar la herida y usarla como tinta, podría considerarse una eutanasia. Pero le llamamos poesía porque, lejos de matarnos, nos hace sentir vivos. Y eso es un arte.