Aleteo A La Eternidad
Jesús, el Cordero de Dios que quita del mundo el pecado, (Jn 1.36) Se ofreció a sí mismo como sacrificio sin mancha (1 P 1.19) Para reconciliar con el Padre Eterno al género humano Y así darnos entrada a su Presencia santa. (2 Co 4:14) Lo que no podía lograr ninguna obra de nuestras manos Nos fue ofrecido gratuitamente, por gracia; (Ro 3.24) Y como regalo inmerecido de Dios, que no buscamos, Llegó a nosotros la salvación que nuestra alma necesitaba. (Ef 2.8) ¡En la cruz del C